San Nicolás, cuyo nombre significa «protector y defensor de los pueblos», fue tan popular en la antigüedad que se le han consagrado en el mundo más de dos mil templos. Por haber ayudado tanto a los niños, en su fiesta se reparten dulces y regalos a los infantes, y como en alemán se llama «San Nikolaus», lo empezaron a llamar Santa Claus, siendo representado con su traje rojo, barba blanca, que pasa de casa en casa repartiendo juguetes a los niños.
Sus padres murieron atendiendo a los enfermos de una epidemia y dejaron a San Nicolás una gran fortuna.
Sin embargo, el joven decidió repartirla entre los pobres e ingresar a un monasterio como monje.
Más adelante peregrinó a Egipto y Palestina, donde conoció Tierra Santa.
Según cuenta la tradición, en la ciudad de Mira, en Turquía, los obispos y sacerdotes se encontraban en el templo reunidos para la elección del nuevo obispo, ya que el anterior había muerto.
Al fin dijeron: «elegiremos al próximo sacerdote que entre al templo». En ese momento sin saber lo que ocurría, entró Nicolás y por aclamación de todos fue elegido obispo.
Él fue muy querido por todos los habitantes.
Los marineros del mar Egeo y del Jónico tienen una ?estrella de San Nicolás? y se desean buen viaje diciendo: ?Que San Nicolás lleve tu timón?.
Este santo murió el 6 de diciembre del año 345, es por esta razón que en esta fecha se celebra su festividad.
En oriente lo llaman Nicolás de Mira, por la ciudad donde fue obispo, pero en occidente se le llama Nicolás de Bari, porque cuando los mahometanos invadieron a Turquía, un grupo de católicos sacó de allí, en secreto, las reliquias del santo y se las llevó a la ciudad de Bari, en Italia.
Hoy en día existen miles de tradiciones en todo el mundo para celebrar a este santo y, sin duda alguna, es el favorita de todos los niños.